20/12/09

Hora 25 Cadena Ser Angels Barceló / Álvaro Zamarreño (15 12 2009)
Reconocer la homosexualidad en Marruecos
Cuando se habla del mundo árabe o musulmán son muchos países, sociedades y religiones diferentes. No es lo mismo Arabia Saudí que un país mucho más abierto como Líbano o Marruecos. Precisamente de allí es el escritor Abdala Taia, que acaba de publicar en España su libro 'Mi Marruecos'. Él fue el primero en reconocer públicamente su homosexualidad. Y aunque vive auto-exiliado en París, viaja frecuentemente a su ciudad natal, donde se considera que tiene una cierta protección desde el poder.
Taia atendió a Hora 25 desde la casa de su familia en Marruecos. ¿Si se siente un protegido? "Yo estoy apoyado por la prensa, por periódicos como Tel Quel o Le Journal, por jóvenes que se reconocen en ese gesto, que para nada son homosexuales pero sí se ven reflejados en ese desafío a la sociedad de no esconderse detrás de la ficción o de las películas o de las canciones", ha respondido.
En sus novelas habla de las historias de su propia biografía, cuando siendo niño se dio cuenta de que le gustaban sus compañeros, de sus primeras relaciones, de los abusos a menores. Fue silenciado, ignorado, aunque dice que, como individuos, todos los marroquíes son ignorados. Pero no se resigna a ser víctima.
"No soy una víctima en absoluto. Una víctima es alguien al que sólo le queda perder, llorar y no hacer nada. Hace mucho comprendí que no quería ser la víctima en que la sociedad marroquí quería convertirme. He comprendido que ellos, la sociedad, mi familia, mis amigos no me van a ayudar en cuanto a lo que soy. Así que esperé al momento de revelarme para ser quien soy".
Dice que todo eso de Internet y los chats está muy bien, pero que sólo si los jóvenes de verdad entienden lo que significa su libertad podrán hacer avanzar a su país. Es el mensaje final que les deja. "Sed osados: He publicado un libro, Carta a un joven marroquí, que se repartió el verano pasado gratis. En ese libro les pido a los jóvenes que salgan de la banalización del país. Que sean osados de verdad, que se muestren desnudos, que no esperen el beneplácito del rey, de papá o mamá. Que estamos en un periodo histórico, es nuestra identidad, es nuestro combate como sociedad para poder hablar, para poder ser".

6/12/09

Félix Romeo ABCD (21 11 2009)
Rápido, rápido
(...) BASURA AMERICANA. Más que Moncure March me interesa Abdelá Taia, y afortunadamente ya está bien traducido. Acaba de salir Una melancolía árabe (Alberdania) y ya está en las librerías Mi Marruecos (Cabaret Voltaire). Taia (Marruecos, 1973) se ha convertido en el gran defensor de la libertad en su país. No sólo de la libertad sexual, también de la libertad de pensamiento, la libertad de movimiento, la libertad de expresión...
Mi Marruecos es un retrato de infancia y la historia de cómo se fue haciendo escritor. Me encantan las referencias a la cultura popular: el cine de Bruce Lee y Bollywood, la radio en español de Tánger... a la búsqueda en la basura de los americanos de una base cercana a su pueblo. Me encanta cómo persigue a algunos escritores, sin tocarlos, en especial a Mohammed Chukri y a Paul Bowles, hasta que consigue, años más tarde y ya en Europa, tocar al que considera su maestro, Jean Starobinski, para hacerse con su baraka, su fortuna.
Escribe Taia, en París: «Esta libertad es excepcional, pues la acompaña la suerte, y eso es algo de lo que hemos de ser conscientes, y no olvidarlo nunca».
ASILO. Pienso en Taia y pienso que Francia es un gran asilo de perseguidos: allí pueden crear en libertad y en un mercado ansioso por conocer el mundo. Pienso en las iraníes Marjane Satrapi y Chahdorr Djavann, en el chino Gao Xingjian, en la cubana Zoé Valdés...
BANDA SONORA. Abdelá Taia habla en Mi Marruecos de las canciones marroquíes que grabó Paul Bowles. Me entran muchas ganas de escucharlas, pero no están en Spotify. Sí hay otras piezas del americano: treinta y tres, grabadas por EOS Orchestra bajo el título de The Music of Paul Bowles.
Me cuelgo con The Wind Remains, la zarzuela que en los años cuarenta compuso sobre textos de Así que pasen cinco años, de García Lorca. Se estrenó en Nueva York en 1943, dirigida por Leonard Bernstein, y los decorados iban a ser realizados por Dalí, pero no fue así. ¿A alguien se le ha ocurrido volver a montarla?