22/12/08

Josep Massot La Vanguardia
La belleza inasible Publicada una novela de Duras inencontrable en castellano.
Una atractiva viuda millonariada sigue el rastro de un amor fugitivo de puerto en puerto y arras­tra en esta búsqueda quimérica a un hombre que ha conocido en Italia. Se trata de un viaje mítico: busca la pasión, la belleza, encar­nada en un inasible ex legionario, jugador temible y prófugo. Es el argumento de El marinero de Gibrahar, una de las escasas nove­las de Marguerite Duras que per­manecían inencontrables en cas­tellano y que acaba de editar Ca­baret Voltaire. La novela estaba publicada en catalán (Edicions 62), un semillero del que beben los editores castellanos, como ya sucedió con Botxan, editada por Proa en 1999 y que no fue Premi Llibreter hasta que lo publicó Im­pedimenta en el 2008.
La trama de El marinero de Gibraltar era fácil tentación para un cineasta y la llevó al cine Tony Richardson, con guión escrito por la propia Duras y por Cristopher Isherwood, el esteta escritor inglés amor de la obra que dio origen al filme Cabaret. El repar­to fue de lujo: Jeanne Moreau y Vanessa Redgrave, con un papel para Orson Welles (escéptico: di­ce que el marinero no existe más que como delirio). En la obra, escrita entre Un di­que contra el Pacífico y Caballitos de Tarquinia, están los temas re­currentes de Duras, "la ausencia, la separación, la atmósfera lángui­da de suposiciones y silencios, el alcohol", dicen los editores: Mi­guel Lázaro y José Miguel Poma­res, arquitecto que trabaja con Jean Nouvel.
Cabaret Voltaire es una peque­ña editorial barcelonesa que está editando con un gusto literario exquisito y un diseño de una modernidad elegante y austera. Em­pezó con la reedición de Thomas el impostor de Cocteau, y poco a poco se ha ido animando con obras más desconocidas en Espa­ña, como ¡La libertad o el amor!, o ¿Estáis locos?, de Rene Crevel, una obra clave del surrealismo francés, cuya versión, a cargo de Adoración Elvira Rodríguez, me­reció el premio Stendhal a la me­jor traducción del francés.También tiene un Zola (París),un relato de André Gide (Ferdinand), un Francis Carco (Jesús, el Palomo) y se atrevió a reeditar Re­cuerdo de egotismo, de Stendhal, en una nueva traducción.
Hasta el momento, el único es­critor español publicado es Agus­tín Gómez Arcos, el dramaturgo almériense que se exilió primero a Londres en 1966 y después a Pa­rís en 1968. huyendo de la censu­ra franquista. Miguel Lázaro dice que fue premiado "dos veces con el Lope de Vega y desposeído des­pués del galardón". Gómez Arcos escribió en fran­cés y fue varias veces finalista del premio Goncourt. Es autor de li­bros como L'agneau carnivore (El cordero carnívoro) y Ana non (Ana no).

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